Bitácora Z
¡Bienvenidos por última vez!
Amigos y amigas que han seguido nuestro Blog a lo largo del último
semestre. Nos sentimos orgullosos de mostrarles nuestras conclusiones e
invitarlos a que sigan este y los demás Blogs con nuestros compañeros que
ahora están en primer semestre, sin más que decir, con ustedes: ¡Nuestras
reflexiones finales!
Dentro del área de Salud se realizó un arduo trabajo de investigación
sobre las dinámicas de la salud en general, en la ciudad de Bogotá (Colombia).
Se realizó un análisis de las principales problemáticas en salud que giraban en
torno a las EPS y los Hospitales, para eso nos basamos en la revisión
documental (prensa escrita, publicaciones en las páginas Web de la Secretaría
Distrital de Bogotá), de las redes sociales y un acceso a la información de
primera mano (Salidas de Campo).
El equipo de trabajo de Salud, EPS y hospitales buscó relacionar la
situación de hospitales con las EPS, y decidir si en realidad son correlativas
en el marco de la salud de Bogotá cómo pensábamos en un principio. Así pues, se
buscó una forma efectiva que permitiera establecer dichas relaciones, por lo
cual se tomó como punto de referencia la situación de urgencias en los
hospitales de la capital, no obstante, se abordaron otras problemáticas
presentes en el sistema de salud.
Se empleó una metodología siempre enfocada a tomar puntos de referencia
que inician en lo general, para así concluir en lo particular. A modo que, se
hiciera más fácil el sobrentender tanto como aterrizar diversos temas a la
situación de la Salud en Bogotá.
Para la comprensión de este tema tan complejo y controvertido
consecuencia los bretes que se presentan dentro del sistema de salud se debe
tener en cuenta que estos son cambiantes dependiendo de las novedades o puntos
de difusión, puesto que se plantean distintas problemáticas para dejar de lado
la atención en ciertas cosas, buscando polémica.
Se ha llegado a percibir que el imaginario colectivo es fácilmente
maleable, esto ha sido una de las falencias más graves, que permiten que se
generen gran cantidad de conflictividades dentro de las entidades prestadoras
de Salud, tanto como demás instituciones vinculadas a estas. Puesto que la
indiferencia, tanto como fácil persuasión de la población da pie a la
ocurrencia de situaciones inapropiadas.
Las situaciones mencionadas anteriormente afectan de forma directa a los
pacientes o clientes del servicio, quienes presentan inconformidad sin tener en
cuenta que ellos son quienes poseen el poder de actuar. Sumado a esto, la salud
en Colombia presentada como un servicio, con un derecho al acceso al servicio
lo que produce una privatización de la salud, esta impulsa la defensa de los
intereses individuales de quienes controlan los medios, como consecuencia la
salud es tomada como un producto, sin tener en cuenta todas las implicaciones
que trae la prestación de un mal servicio, tanto como la deshumanización de
quienes acceden a esta.
Teniendo en cuenta lo anterior, se puede dar cuenta que la salud en
Bogotá no satisface las necesidades, ni expectativas de los ciudadanos puesto
que: según la encuesta “Cómo Vamos” se debe resaltar que menos del 15% de la
población está de acuerdo con los presupuestos asignados por la administración
al departamento de Salud.
A pesar de las manifestaciones por parte del gobierno de Enrique
Peñalosa, quien plantea el fortalecimiento del sistema salud con la ampliación
del espectro de centros de atención prioritaria, lo cual no se ha podido
evidenciar puesto que muchos de los hospitales presentan altas crisis en el
sistema de atención de urgencias desde el hacinamiento, las altas jornadas en
espera y el sistema de clasificación para la atención (Triage).
Así mismo, las problemáticas presentes dentro de las EPS y las crisis
que estas presentan afectan no solo la salud de los pacientes, sino que ponen
en riesgo de quiebra los hospitales e IPS, puesto que estas dependen en cierta
medida de los pagos o cuotas para la atención, no obstante, el incumplimiento
en los pagos y las grandes polémicas como desfalcos que dejan en buena medida
amplias repercusiones dentro de los hospitales.
Los cuales no cuentan con las suficientes camillas según el manual para
el servicio de urgencias de 2010 en hospitales de alta capacidad se deben tener
40 camillas para observación; mientras que en los de baja capacidad deben haber
12. No obstante, en muchos de los hospitales en un día entre semana confluyen
al menos 70 personas, mientras que en el fin de semana aumenta de forma
considerable en estos días se esperan hasta 200 personas.
De esta manera, se tiene que a pesar de que se cumplan con los
lineamientos básicos estos son insuficientes puesto que las IPS presentan una
afluencia de personas a veces tres veces mayor que la cantidad de camillas
disponibles, como resultado de esto se pueden encontrar en hospitales como el
de Kennedy personas en el suelo esperando por más de 5 horas e incluso días
enteros.
Así mismo, dentro de la experiencia de los autores en un trabajo de
campo en el Hospital San José (Mederi) en un día entre semana se baja
concurrencia, se presentaron patrones de disgusto y predisposición por parte de
los pacientes desde los primeros 30 minutos de espera. Si bien, dentro de un
bajo rango de tiempo se presentan gestos y demás sobre la insatisfacción con el
servicio, tanto como algunos reclamos, ahora bien, se debe comprender de cómo
afectará a personas que esperen más de 2 o 4 horas.
Por otro lado, en una encuesta realizada en el centro de Bogotá se logró
determinar que el 60% de la muestra encuestada se encuentra vinculada a un
sistema de salud, asimismo, solo el 15% de la población califica la atención
prestada en urgencias como buena.
La vinculación de la misma superintendencia de Salud como causante de
problemáticas y corrupción como lo fue el caso de Eva Carrascal ex superintendente
de salud, pone en evidencia le necesidad de un cambio estructural en el sistema
hospitalario, no solo capitalino sino nacional. Pues el sistema además de las
conflictividades ya mencionadas deja fuera del espectro de atención en
urgencias las enfermedades de salud, la precariedad de medidas apropiadas para
este tipo de afecciones es alarmante.
Pese a los avances en la salud en Colombia pues Según Bloomberg,
Colombia se encuentra en el puesto 47 dentro de una lista, con 56 países,
subiendo 5 puestos en comparación al año pasado; con una eficiencia de 36.8%
sobre 100%. Y sumado a esto los diversos avances tecnológicos, tanto como las
mejorías constantes en la medicina sigue existiendo una alta precariedad en el
sistema.